Esta exposición pone en relación nueve proyectos que coinciden en redefinir al museo como categoría. Se han elegido aquellas propuestas tanto de México como de Costa Rica que plantean una crítica a esta institución, surgida desde el proyecto ilustrado y caracterizado por partir de una base colonial y patriarcal que atiende a nuestra subjetividad. Todas las obras puestas en diálogo utilizan dicha referencia cultural para plantear una alternativa museológica, acompañada por la formación de colecciones, archivos y formatos de clasificación. Más allá de una apuesta destructiva, distintiva de algunas acciones artísticas posmodernas y otras poscoloniales, estos ejemplos tienden a remitir al modelo museístico para construir una posibilidad alterna sobre estos espacios.

La investigación parte del trabajo en el Museo Comunitario y Club de Lectura Sierra Hermosa (Zacatecas, México), en el que colaboro desde 2016. Fue fundado en el año 2000 por Juan Manuel de la Rosa, artista originario de la localidad. Inició como una pequeña biblioteca y, paulatinamente, incorporó un taller textil y una colección de arte. Esta exposición introduce el concepto de museo dinámico partiendo de la experiencia personal y profesional en el Trópico de Cáncer mexicano, un contexto inmerso en la violencia extrema, las políticas extractivas y las crisis migratorias. Esta exposición presenta obras del artista fundador del museo, el pintor local Francisco Lara, las tejedoras Yuri Ríos y Gabriela Gamez, y artistas que participaron en una residencia para este museo experimental y rural, entre 2017 y 2022: Wendy Cabrera Rubio, John Birtle, Josué Mejía e Irak Morales.

La labor en este museo-biblioteca ha sumado la generación de redes, enlaces y acompañamientos estratégicos con diversas apuestas paralelas, donde el intercambio y conspiración conjunta han resultado una forma de fortalecimiento y sostén para cada parte. Estas son: el Museo de Sitio de Cherán, Michoacán; el Museo Animista de Texcoco, coordinado por Adriana Salazar; el trabajo del Archivo de piedras robadas de Bea Millón, Roberto de la Rosa, Rosa Isela y el Observatorio Zacatecano de Minería; la labor llevada a cabo en Sonora por Miguel Fernández de Castro, Natalia Mendoza Rockwell y el Ejido el Bajío; o las reflexiones teóricas y artísticas de Yohanna M. Roa. Desde pláticas casuales, hasta foros de discusión, procuramos mantener un estrecho vínculo y debate. Por tanto, esta exposición se encarga de presentar a cada proyecto, al tiempo que insiste en marcar los puntos de relación entre éstos y el museo-biblioteca de Zacatecas. Tanto en el museo comunitario de Sierra Hermosa como en estos casos, existen acciones de confrontación directa o simbólica con diversas instancias oficiales –públicas o privadas–. La muestra, además, abre estas conexiones con tres propuestas desarrolladas en Costa Rica que coinciden con las búsquedas hechas desde estos “otros museos”, ya sea desde la construcción de una plataforma curatorial y editorial; al repensar el referente del gabinete y las taxonomías científicas; o al destacar las relaciones entre memoria y territorio, como sucede en el Museo del Pobre y Trabajador fundado por Luis Fernando Quirós, Rolando Castellón y Ricardo Ávila; el Museo de Historia Artificial de José Rosales; y el trabajo de Diana Barquero Pérez, respectivamente.

Entendemos por museo dinámico a aquellos acercamientos artísticos que parten de un señalamiento sobre el referente original para, posteriormente, producir una opción que dispute aquellos aspectos que el museo tradicionalmente neutraliza (el significado del objeto o la mirada del sujeto, por ejemplo), al operar tradicionalmente como dispositivos de control o como aparatos dedicados al condicionamiento sensible. Por medio de proyectos específicos de cada uno de esto/as artistas, curadores o proyectos, es posible reflexionar en torno a uno de los debates centrales actuales del arte y sus instituciones. De manera coyuntural, estos ejercicios coinciden con las necesidades de renovación en términos de una naturaleza constitutiva. Aquí, nos aproximamos a cada ejemplo para subrayar un desmantelamiento sobre diversos elementos que han dado significado a un museo. La particularidad de estas propuestas radica en que estos creadores se valen de la producción visual, el trabajo de archivo, la labor comunitaria y el trabajo con asociaciones civiles con el objetivo de atender y atacar a la problemática señalada. Las herramientas metodológicas que cada ejemplo presenta atienden puntos sustanciales para hacer frente a aspectos legales, simbólicos y materiales que son resignificados a partir de las musealidades experimentales.

Natalia de la Rosa

Curadora