Fragmentos de memoria y deseo

24 de marzo al 22 de mayo 2010

Curadora: Virginia Pérez – Ratton

Esta exposición reúne la obra de cuatro artistas representados en la colección permanente de TEOR/éTica y forma parte de un ciclo de actividades en relación con los artistas de la colección.

Lida Abdul, (Afganistán) presenta dos videos del año 2005, “White House” y “Tree”, obra vinculada con la ocupación de su país en diversos momentos, y con las secuelas de la interminable guerra que asola Afganistán desde los años 90.  Su obra se basa en la experiencia del exilio, la nostalgia, la memoria del hogar y del país perdido desde la infancia.  Después de un período de exilada en la India, llega como adolescente a California donde estudia y se instala para trabajar.  El regreso temporal a Kabul ya como adulta le permite una lectura, desde su presente como artista,  de la destrucción y la ruina,  así como la expresión de un deseo de depurar ese presente para contribuir a la conformación de otro tipo de futuro.  La memoria de la tragedia, del absurdo que genera la destrucción de identidades, y el deseo de paz se confunden en estos videos y comunican al mundo una historia vista desde la intimidad de la artista afgana que regresa a la desolación del país que tuvo que dejar.

Joscelyn Gardner (Barbados/Canadá) desciende directamente de uno de los primeros colonos británicos que se asentaron en Barbados alrededor del siglo XVII, y cuya familia, que conserva aun el mismo apellido, aun permanece en la isla.  Actualmente reside entre Barbados y Canadá, donde ejerce como profesora universitaria y artista.  Fue la fundadora de un centro de arte en Barbados y lo dirigó durante algunos años.  Lleva años realizando obras con la problemática de ser mujer, heredera del sistema colonial y marcada por ello.  Las obras presentadas, “Creole portraits II y III” se originan en documentos históricos sobre las terribles experiencias de la mujer esclava y sus relaciones forzadas con los amos. Delicadísimas litografías unen los intricados peinados de las negras con instrumentos utilizados tanto para la tortura como para el encierro, y otros, muestran estos peinados ligados a dibujos delicados de plantas abortivas que las esclavas utilizaban para no parir a los hijos de los amos, y por ello, eran perseguidas.

Ronald Morán (El Salvador) artista conocido sobre todo por sus instalaciones de objetos y entornos forrados en algodón, ligados a la violencia en Centroamérica, sobre todo la agresión doméstica, presenta aquí una obra realizada en el 2006, y presentada ese año por primera vez en Guatemala, en la galería Carlos Woods, con el título “Entre las Flores”, una traducción aproximada a la forma como se dice en maya la palabra Jardín. Posteriormente, invitado a la Bienal de Venecia 2007 con esa obra, por la fallecida curadora Irma Arestizábal, tuvo que cambiar de obra debido a la censura que ejerció la representación diplomática guatemalteca que no aceptó que se presentara esta pieza.  Desde entonces, TEOReTica ha querido presentarla y el artista ha venido a instalarla. Se trata de un conjunto de flores de papel, cuyos textos contienen los testimonios del genocidio guatemalteco de los años 80, particularmente lo que sucedió en Alta Verapaz.  De nuevo, la tragedia aquí se presenta desde una perspectiva artística que le confiere un aspecto poético, pero que contribuye al conocimiento de un hecho que ha sido manipulado e incluso obliterado en parte por las historias oficiales.

Cecilia Paredes (Perú/ Costa Rica).  Artista polifacética, que realiza tanto instalaciones como objetos o fotografía, siempre basa sus instalaciones sobre la recopilación y reconfiguración de objetos, elementos naturales, o documentos que se encuentra en sus muchos desplazamientos. Ella procesa este material y lo ordena desde su propia perspectiva para hablar sobre temas específicos. En esta pieza, llamada “Pozo de los deseos”, la artista realizó un pozo hecho de pequeños origamis: cada uno de los papeles doblados corresponde a un papel con un deseo escrito por los visitantes de la Iglesia de Santo Domingo  en Lima, Perú.  Viendo que los fieles depositan sus súplicas y deseos destinados a San Martín y a Santa Rosa de Lima en una urna, negocia con el sacristán y recupera este material, que de todas maneras la iglesia bota semanalmente.  La artista lo clasifica, y descubre una cantidad de deseos ligados a la migración, presente, pasada o futura, y a los deseos de visas y permisos, de la nostalgia del retorno y de reunificación familiar, pero también de amor, de recuperación del sentido de la vida.   El público de la exposición está invitado a escribir su propio deseo y a tirarlo al pozo invocando a quien quiera…