Cuando estallan, las luces nos subliman

19 octubre 2016 – 25 febrero 2017

Una parte del trabajo reciente de Albertine Stahl gira en torno a reflexiones visuales sobre el imaginario de la tragedia: accidentes, asesinatos, derrumbes y toda forma de representación apocalíptica que hoy por hoy es posible encontrar de forma cotidiana en los medios masivos de comunicación. Este cúmulo de imágenes superpuestas conforman lo que la artista denomina “un nuevo paisaje incesante y pavoroso de la grandeza y la miseria humanas”.

En este nuevo conjunto de obras aquí exhibidos la artista parte del fenómeno de la sobre-estetización de la tragedia. La repetición constante de imágenes de dolor, violencia y desastre no solo registra y evidencia los estragos de aquellas catástrofes sino también la manera en que nuestra relación con esas imágenes ya casi no nos conmueve. En una era de guerras globales y de imágenes sangrientas que podemos observar en simultáneo a través de los medios digitales nuestro vínculo con el dolor se da a través del morbo que produce el consumo.

Contradictoriamente, la tragedia ha pasado a entenderse también con un carácter heroico: el cine y los videojuegos exaltan el estoicismo de personajes cuya misión es sacrificarse (o ser sacrificados) en una lucha que en muchos casos no acepta puntos grises o medios. En esa batalla se construye una geografía del malo enfrentado al bueno, del inocente frente al culpable, construyendo maneras maniqueas y dicotómicas de entender el mundo, el origen de sus crisis y el efecto social de sus consecuencias.

Las obras aquí reunidas señalan cómo esa imagen trágica es también el reverso de los intentos fallidos de la condición humana de alcanzar alguna forma de grandeza, de marcar su superioridad en relación a todos los otros elementos vivos. Nos extraemos de un entorno natural del cual renegamos y que queremos dominar sin percatarnos que aquel afán de progreso es también el anuncio de una caída estrepitosa: rascacielos babélicos, enormes aparatos voladores, todos, eventualmente, destinados a caer.

Las obras y dibujos aquí reunidos buscan indagar en la condición cotidiana de esas representaciones del desastre, su circulación y explotación, su instrumentalización y consumo. ¿Cuál es el riesgo de la tragedia de volverse una repetición? ¿Sería entonces una apología a la desgracia? ¿Qué pasa cuándo la tragedia representada se vuelve hermosa y constante? ¿Son este tipo de imágenes una inyección de adrenalina como alternativa al tedio diario? ¿Cómo representar la devastación? ¿Es posible que una imagen construya, hoy, nuevas formas de empatía?

Albertine Stahl comenzó su formación en artes a los trece años en el Centro Nacional de Artes, El Salvador. Posteriormente, cursó la carrera de Artes Plásticas en la Universidad de El Salvador y fue parte en dos ocasiones consecutivas del programa de artistas emergentes de ESPira LA/ESPora, en Managua, Nicaragua, y luego, al programa de pintura contemporánea de Visions of Art, con sede en Berlín, Alemania. Actualmente cursa la carrera de Filosofía con énfasis en Estética en la Universidad de Costa Rica.

La Sala Poligráfica de TEOR/éTica es un espacio dedicado a proyectos de grabado y gráfica que estén explorando las posibilidades experimentales, conceptuales y políticas de estas técnicas. Gran parte del campo artístico de Costa Rica se ha configurado en torno a la formación en técnicas relacionadas al grabado. Grabadores como Emilia Prieto (1902-1986) y Francisco Amighetti (1907-1998) son grandes referencias para la historia del arte local. Tomando en cuenta este contexto, esta sala busca dar visibilidad a trabajos de una nueva generación que está expandiendo las posibilidades de las técnicas y conceptos de grabado más allá de un ejercicio formalista.